Andaba por el camino, en su mano llevaba una vianda que iba a satisfacer ese día su apetito. Después de caminar un largo trecho ve allá en el cerro una gran multitud de gentes, siente curiosidad de saber que están haciendo allí, así que comienza a ascender, se mezcla entre el gentío, niños, jóvenes, mayores, ancianos. ¡Uy! ¡Cuanta gente!. Los ve a todos muy expectantes, alguien esta hablando, sigilosamente se acerca y lo ve ¡Es Jesús!. Su voz es penetrante, fuerte. Cuanta sabiduría hay en sus palabras, cuanto amor trasmite su mirada, habla con autoridad, aquella que su Padre Dios le da.
Haciendo esfuerzo entre la multitud, se sienta, apoya su vianda a su lado y escucha las enseñanzas del Maestro. Todos están atentos, las horas van pasando y los niños piden pan a sus madres, tienen hambre.
Jesús ve la multitud y quiere darles algo de comer.¿Donde podemos comprar comida para tanta gente? sus discípulos lo miran y le dicen ¿Donde tenemos el dinero para tanta comida? y mas aun, adonde irían a comprar tanta cantidad para satisfacer a miles de personas.
Alguien vio a este muchachito con su vianda ¿Que tienes ahí? le pregunta, es solamente cinco panes y dos pececitos, el gentilmente ofreció su vianda.
Andrés (discípulo) se la trae a Jesús, el Señor ordeno que toda la gente se ponga cómoda para comer.
Era un espectáculo ver la gente recostada en la hierba, era primavera , eso se veía como un bello jardín, ni el rey Asuero con toda su riqueza habrá tenido un jardín así.
Cuando estuvieron todos sentados en ese césped, el Señor tomo esos panes y los peces y dio gracias a su Padre, comienza a partirlo y les dio a sus discípulos para que lo repartan, ¡Ocurrio un milagro!,mas repartían mas se multiplicaban. Eso fue un manjar. Este fue uno de los tantos milagros de Jesús.Los mas de cinco mil personas que allí había comieron hasta saciarse, y todavía sobro.
Todo lo que dispongas en ponerlo en las manos de Jesús, El lo va a bendecir, así como lo hizo con la vianda de este joven,de esos pescaditos y panes de cebada (pan de los pobres) el Señor alimento a una multitud, no importa si lo que tienes es de poco valor, en las manos del Maestro va a ser una gran bendición, no solamente para ti si no para muchos mas, como fue la vianda del muchacho.
