Para estos días
hace 35 años atrás, vino Karina (mi hija) de la escuela y me dijo:"mama, la
señorita nos dijo que todas las mamas que puedan tejer bufandas para los
soldados de Malvinas” rápido conteste: “Yo no puedo porque trabajo todo el día”
ella me contesto:"Si fuera Francy (su hermano) que estuviera allá,
¿no le tejerías una bufanda"?.. No pude contestar porque me quebré... esa misma
tarde fui a la casa de lanas y compre varios ovillos para tejer bufandas, así fue que todas los días siguientes hasta altas horas de la noche y
aun las madrugadas me encontraba tejiendo para esos jóvenes muchachos que
podían ser mis hijos, mis hermanos, mis nietos. Esos jóvenes casi niños que se
fueron a la guerra muchos sin saber lo que pasaba, otros llenos de esperanza,
otros solo porque los mandaban.
Muchos no
volvieron, una metralla cayó sobre ellos, varios quedaron en la trinchera, otros el mar abrió sus brazos para sepultar
esos cuerpos... Esas jóvenes vidas... Que allá quedaron…sueños truncados, proyectos
no cumplidos, padres sin hijos, hijos
sin padres, hermanas sin hermanos, novias sin novios, esposas sin esposos,
abuelos sin nietos.
Seiscientos
cuarenta y nueve vidas cegadas en esos setenta y tres largos días de conflicto,
no los olvidamos siempre van a estar presentes, también a los que sobrevivieron
a esos días muy crueles, seguirán en nuestros recuerdos y en un lugar muy
especial en nuestros corazones.