Tarde de
amigas Cuento corto por Mary Romero
Un aroma a
pan recién horneado, manteca y miel, sobre un blanco mantel cubriendo una gran
mesa, una reluciente tetera con unos finos pocillos, todo muy bien preparado
para ofrecer a sus amigas un exquisito té con sabor a frutas frescas y
perfumadas hierbas del campo.
Una a una
fueron llegando todas las invitadas, bellas mujeres elegantes, pero muy mayores
como lo era ella, más de una caminando con lentitud o apoyándose en un bastón.
Pronto la sala
se llenó de bullicio y gran conversación, algunas hablaban de sus nietos con
gran admiración.
Cuando ya
estaban todas reunidas pidió silencio porque tenía una noticia para darles, en
su figura se notaba el paso de los años pero en sus rasgos se veía que había
sido una mujer hermosa, marcando una sonrisa en sus labios les dijo: “Tengo que
comentarles algo, voy a ser mama”, a lo que todas dieron palmas y se rieron
con ella.
"Hace unos meses atrás con mi esposo fuimos visitados por tres
personajes, uno de ellos dijo que yo Sara, la estéril, la que nunca tuvo un
hijo, a mis noventa años iba a ser madre, no lo podía creer, por tantos años le
había pedido a Dios un hijo, el cual nunca llego y ahora de vieja ya ni me
acordaba lo que en la juventud pedí, pero Dios no se olvidó de mí, ya pronto
voy a dar a luz, es por eso que quise reunirlas para que se gocen conmigo y
juntas reírnos".
Fue una de
las mejores tardes de amigas, comenzaron a celebrar lo que pronto iba a
suceder, el nacimiento del hermoso bebe que le pusieron de nombre Isaac, que
significa risa.
Génesis 21:6
(T.L.A)