Recuerdo que cuando era pequeña se acostumbraba para los velorios contratar mujeres para que lloren, les pagaban para que pongan mas dolor a la situación por la perdida de un ser querido, las llamaban" las lloronas". Esto era una costumbre muy antigua de tiempos remotos, se daba mucho en los pueblos, yo lo vi en Chivilcoy, una ciudad en donde viví.
Hace muchos años unos padres vivieron un hecho muy triste y lamentable. Era una familia bien constituida, de buena posición,pero cierto día una de sus hijas empezó a tener síntomas de enfermedad, rápidamente vieron al medico y le dieron la medicacion, día a día esta niña empeoraba y por mas que sus padres se esforzaban en llevarla a los mejores especialistas las cosas se iban complicando cada vez mas. Las fuerzas de esta pequeña se iban debilitando, ya no se levantaba de la cama. Los padres muy angustiados estaban a su lado y en unas horas mas entro en coma.
Pero esa mañana el papa sale de su casa, su esposa no puede entender como su marido se va viendo a la niña tan grave, la situación era irreversible. El sale de la ciudad y se dirige a un lugar donde hay un gran gentío, le habían dicho que en ese lugar iba a estar predicando y sanando a los enfermos el Hijo de Dios, con mucho esfuerzo se abre paso en la multitud y se dirige hacia donde esta el predicador cuando esta frente de el le dice: Mi hijita se esta muriendo, por favor venga a mi casa y ponga sus manos sobre ella para que se sane y pueda vivir. Era tanta la cantidad de gente que estaban allí que no iba a ser fácil salir de ese lugar, gentes necesitadas, doloridas, enfermas, desahuciadas, atormentadas, y en eso estaba este pobre padre, cuando unas personas de su entorno se acercan y le dicen: Jairo, volve a tu casa, ya es tarde tu hija murió, deja al Maestro que siga acá con las gentes, no molestes mas, todo es en vano.
Jesús escucho lo que le dijeron sus amigos,y le dijo: "No hagas caso, no tengas miedo, solamente confía. Jairo, Jesús y tres amigos comenzaron a abrirse entre la multitud y se fueron a la casa de la niña muerta.
De lejos se oía el lloro y los gritos de lamento ¡Cuanto dolor! ¡Solo con 12 años había fallecido!
No lloren dijo Jesús, la niña no esta muerta, solo duerme. Los que allí estaban comenzaron a decir ¡Pero que dice! ¡Esta muerta! estaban las lloronas tratando de ricudizarlo
No hagan mas alboroto, salgan todos afuera!!!!entro a la habitación con los padres y los tres amigos, allí sobre la cama estaba el cuerpo frío de la pequeña, Jesús le toma la mano y le dice: Levantate!!!!En ese mismo instante se levanto se puso de pie y le dieron de comer.
Que cambio!!!!de tener el corazón desgarrado por el dolor, a sentir alegría!!!!
Ese mismo cambio se produce cuando dejamos a Jesús entrar en nuestros corazones, pasamos de muerte a vida, de tristeza a gozo, de inquietud a paz . El cambia nuestro lamento en baile
La escena fue otra en la casa de Jairo, cuando entro Jesús!!!También puede ser en la nuestra!!!!!
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