Para estos días, hace 18 años, estaba con mi esposo paseando por España, el día señalado, después de despachar el equipaje en el aeropuerto de Barajas (Madrid), estábamos listos para abordar el avión que nos traería de regreso a Buenos Aires, llovía con mucha intensidad, contábamos que tendríamos un viaje con mucha lluvia, grandes nubarrones cubrían el cielo, y caía agua copiosamente.
Después de ajustar los cinturones, el avión despego de la pista y comenzo a elevarse, a través de la ventanilla mirábamos como llovía, a medida que ascendía seguíamos observando la tormenta que se había desatado.
En un momento cambio completamente el panorama, cuando el avión ya había tomado la altura necesaria, delante de nuestros ojos vimos brillar el sol; fue un espectáculo hermoso, un cielo celeste, la tormenta había quedado abajo, las nubes se disiparon.
Solamente costo elevarnos y tomar altura para ver brillar el sol, era para sacar fotos o filmar, pero nada quise hacer, solamente disfrutar de lo que estábamos mirando; era una fiesta para los ojos.
Pasamos situaciones de tormenta, que no nos hace ver que el sol siempre brilla.
Las tormentas de la vida no las podemos evitar, ellas vienen sin que las llamemos, se presentan de distintas maneras: con enfermedad, depresión, falta de bienestar, inseguridad, falta de cariño, incomprensión y un montón de cosas mas. Pero mas allá de la tormenta esta el sol.
Hace muchos años dijo el gran Maestro: "En el mundo van a tener aflicción, pero confiad, si yo he vencido, ustedes también serán vencedores" Que gran verdad!!!
Cuando la tormenta este azotando tu vida, mira a lo alto y veras salir el Sol de justicia, que brilla, El trae la paz y disipa las nubes!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario