¡Santo! por Mary Romero

Mi padre dio los últimos retoques en el templo, en una hora mas daba comienzo a la reunión y quería que todo este en orden y resplandeciente, de pronto ve que la puerta se abre y asoma una cabeza, “Pase, pase” dijo mi padre, esta persona de pie en el atrio comienza a observar el altar y las paredes. ¿Cómo…no tienen ningún santo acá? , (Pregunto)…. rápidamente mi padre le respondió: “En unos minutos estos bancos que usted ve se llenan de santos”.

El diccionario de la lengua española define así la palabra santo: “Perfecto, libre de toda culpa, consagrado a Dios”  ¡Que feliz se siente el individuo al saber que sus pecados han sido perdonados, y ya no carga con la culpa de sus transgresiones! Cada dia debemos procurar la santidad, sin ella nadie vera al Señor. El apóstol San Pedro nos dice: “Como Aquel que os llamo es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir”

Señor: Que mis pensamientos, acciones y hechos, sean de tu agrado, y todos los días de mi vida busque y halle la santidad, para que pueda agradarte.

El verdadero amor

Si no tengo amor, de nada me sirve hablar todos los idiomas del mundo. Si no tengo amor, soy como un pedazo de metal ruidoso; ¡soy como una campana desafinada! De nada me sirve que mi confianza en Dios me haga mover montañas, si no tengo amor, de nada me sirve darles a los pobres todo lo que tengo. De nada me sirve dedicarme en cuerpo y alma a ayudar a los demás.

El que ama tiene paciencia en todo, y siempre es amable. El que ama no es envidioso, ni se cree más que nadie, no es orgulloso, no es grosero ni egoísta, no se enoja por cualquier cosa, no se pasa la vida recordando lo malo que otros le han hecho. No aplaude a los malvados, sino a los que hablan con la verdad. El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo.

¡Solo el amor vive para siempre!

La queja

Corrió hacia el refugio para resguardarse, caía una lluvia muy fuerte, pensó que el maletín que llevaba en su mano se iba a mojar y quería proteger la documentacion que allí llevaba.

Medio rezongando y de mala gana llego al "refugio", cuando vio que allí había una persona, lo saludo y palabra seguida fue una queja "Que día horrible", el hombre tardo unos segundos y luego le respondió así: "Señor para el que ve todos los días son lindos", el quedo sin respuesta (el hombre era ciego),nunca mas esta persona se quejo por el mal tiempo.

 Nuestra naturaleza tiende a la queja, si somos flacos o gordos, bajos o altos, lindos o feos, si tenemos carencias económicas o abundancia, si tenemos trabajo o si no lo tenemos, si somos solteros o casados, si hace calor o frio o si la nieve nos tapa o si el sol abrasador nos derrite.

Gran parte de las 24 hs. del día, de nuestra boca salen quejas, quejas y mas quejas. El apóstol Santiago aconseja que tengamos paciencia y a no desesperar, dice que hagamos como el campesino que con paciencia espera la lluvia y también espera que la tierra le de buenas cosechas. "No se quejen unos de otros para que no seáis condenados"

Erradiquemos de nuestra vida la queja, y viviremos mucho mas felices.

Saber esperar

Era una mujer atribulada de espíritu, pasaba días llorando, de su rostro la sonrisa se había borrado, hasta no tenia deseos de comer. Y allí estaba Penina, irritándola, despreciándola y afligiendo su corazón, la miraba con ojos altivos. Esta agresividad hacia ella era porque Penina tenia hijos y Ana no había podido tenerlos.

Su marido la amaba y trataba de consolarla,quería convencerla que deje ya de pensar en tener hijos, con sus fuertes brazos la abrazaba diciéndole:-"Ana, mi amor hacia ti es tan grande que soy mejor que los hijos"-pero nada la consolaba.

Un día propuso en su corazón ir en oración a la presencia de Dios,y le pidió que El quite la esterilidad de su cuerpo, que le conceda un hijo, le prometió a Dios que si El le contestaba,ese niño estaría a su servicio.

Se retiro del templo en paz dejando su pedido en manos de Dios.

Al pasar los meses se dio cuenta que dentro de su vientre una vida estaba latiendo, con que ansias espero el nacimiento de ese bebe, cuando se cumplió el tiempo de dar a luz,un hermoso niño ilumino su rostro y la hizo sonreír, niño amado y esperado.Samuel fue la oración contestada.

Ana compuso un canto y algunas de sus estrofas dicen:

                              

                          "Dios me ha hecho muy feliz

                           Dios me ha dado muchas fuerzas,

                           puedo taparle la boca a mis enemigos

                           Y estoy feliz porque Dios me ha salvado

                           Nuestro Dios es único. ¡Nadie se le compara!

                          No hay quien pueda protegernos,

                          como nos protege nuestro Dios. 
                          Dios nos conoce muy bien

                          Dios da fuerza a los debiles.

                          ¡Dios es el dueño de todo el universo!
                          Dios protege a quienes le obedecen"

La felicidad de Ana se expreso en este poema, ya no fue esa mujer triste y amargada, ella nos da una lección de fe, confianza y saber esperar en Dios, aunque sufras situaciones de desprecio, de dolor, no claudiques, a su tiempo la respuesta llegara.