Todo ayuda para bien

A los que a Dios aman todas las cosas ayudan a bien. Cuan difícil se hace entender este versículo de Romanos 8:28 cuando las cosas no van como quisiéramos nosotros, cuando el viento sopla suavemente todo marcha bien, pero cuando la tempestad se levanta y azota se hace cuesta arriba.

Se cuenta la historia del único sobreviviente de un naufragio que fue arrojado a una isla deshabitada, hizo lo que pudo para construir una choza, en la que puso todo lo que había salvado en la tragedia. Oro a Dios que fuera libertado y cada día miraba ansiosamente el horizonte haciendo señas a cualquier barco que pasara. Un día se horrorizo al encontrar que su choza ardía en llamas; todo lo que tenia se elevaba en humos. Pero aquello que parecía el final fue lo mejor que le pudo pasar. "Vimos su señal de humo" dijo el capitán del barco que vino en su rescate. Recordemos que si nuestras vidas están en las manos de Dios: "Todas las cosas ayudan a bien", aun aquellas cosas que no entendemos.

 

Cambio de rumbo

Cuando Dios nos marca un camino y por nuestra necedad tomamos para otro lado , el fin no va a ser el mejor.

Tenemos el ejemplo de Jonas, un hombre que Dios le dijo hacia donde tenia que ir, pero el no obedeció, pensó en irse al lugar opuesto, preparo su ropa y se dirigió al puerto, allí vio los barcos hacia donde se dirigían. Una embarcación estaba a punto de salir a un lugar muy lejos, saco el pasaje y embarco, muy contento estaba de irse bien lejos, donde nadie lo conocía, donde nadie supiera quien era, quería olvidarse de lo que Dios le había mandado hacer, no quería saber nada de EL.

Ya en el barco comenzo a disfrutar del viaje, que placer sentía de cambiar de rumbo.

Luego de días de navegacion y cuando estaba en alta mar, comenzo un fuerte viento que se convirtió en una tempestad, el barco se sacudía que parecía que iba a partirse, los marineros desesperados comenzaron a tirar la carga al mar, así quitaban peso. Igualmente la terrible tormenta seguía, Jonas todo acurrucado en un rincón se dio cuenta que esto era por su desobediencia, el era el culpable de esta situación, llamo a los marineros y pidió que lo tiren al mar, esto estaba pasando porque el estaba allí, lo tiraron y allí enredado entre las algas con su grande boca un pez lo estaba esperando, cuando reacciono estaba dentro de la panza, y en ese lugar oscuro entre las viseras le dijo a Dios: "Llegue a pensar que ya no me querías, pero TU estas salvando mi vida, cumplire lo que TU me mandaste, solo TU puedes salvar"

En la orilla del mar apareció Jonas, allí cambio el rumbo y comenzo a marchar para el lado opuesto. Lo que vivió sirvió para darse cuenta que por mas que quiera huir es algo imposible.

¿A donde huiré de tu presencia? ¿Habra algún lugar donde podamos escondernos cuando Dios nos llama? Detengamosno en el camino y observemos si tenemos que cambiar el rumbo.

La higuera que lo ayudo

Siempre lo miraba de lejos. Observaba sus movimientos, que hacia, de que hablaba, hacia donde se dirigía. A veces por horas lo escuchaba hablar, quería saber mas de El,conocer su misión. Un día se entera que va a pasar por allí, quiere escuchar nuevamente su voz, esas palabras llenas de amor, de paz, de salvación, desea estar cerca de El, quiere que sus ojos se encuentren con los de El, que sus manos se posen sobre sus hombros, necesita un toque.

Pero este hombre tenia un problema, era bajo de estatura, imposible iba a ser acercarse porque la multitud era muy grande, pensó que algo tenia que hacer, algún medio habría, busco la manera y la encontró.

Caminando por el sendero ve un árbol y dijo para sus adentros "Esta higuera va a ser la que me ayude" Comenzo a treparla, se subió y se acomodo entre sus ramas lo mejor que pudo, ahora "SI" iba a poder verlo cuando El pase por el camino.

Fue grande su sorpresa porque cuando Jesús pasa, levanta su vista y allí sus ojos se encuentran "Zaqueo, bajate ahora mismo porque quiero ir a tu casa" Con mucha prisa bajo del árbol y se fue muy alegre con Jesús a su hogar.

El impedimento de Zaqueo era su "estatura" pero el busco la forma de salir de aquello que lo separaba de encontrarse con Jesús. Si tienes algún "impedimento" que no te hace llegar al "Maestro", esfuerzate para quitarlo. La solución de Zaqueo fue la higuera, busca y encontraras "el árbol" que te ayudara a quitar aquello que no te deja acercarte a Jesús.