¡Con tan poco hizo tanto!

Todos los días estaba delante de su puerta reclamando el pago de la deuda.

 Pobre señora que tormento era para ella cuando veía a este hombre. El marido de esta pobre mujer había fallecido y estaba desamparada con sus hijos. Su esposo en vida había pedido un dinero prestado y la muerte lo sorprendió antes de que lo pudiera devolver.

 ¡Que difícil era para esta mujer la vida! Sin su esposo, sin dinero para poder cumplir con las necesidades básicas de la casa y así iban pasando los días con esa preocupación de la deuda.

 La gota que colmo el vaso fue cuando un día se presenta este señor y le dice: "Ya que no me puedes pagar, me llevare a tus hijos para que trabajen para mi" ¡Que desesperacion! Sale corriendo hacia la casa de un profeta de Dios y llorando le dijo: ¿Que hago?"No tengo nada en casa, lo único que me queda es un poco de aceite" El le respondió:"Pide prestado a todas tus vecinas jarras y comienza a llenarlas de ese aceite" Y así lo hizo , lleno tantas vasijas que con la venta del aceite pudo pagar la deuda.¡Con tan  poco hizo tanto! Dios proveyo para su necesidad con lo que tenia en su casa.

 No es necesario grandes cosas, esas pequeñeces que tienes entregaselas al Señor y El hará cosas muy grandes.

 Y cuando venga el "hombre fuerte" a reclamar le puedas decir, que nada le debes, porque Jesús pago tu deuda en la cruz del Calvario.